Lo primero que se debe hacer después de ser lesionado es ver a un médico. Incluso si crees no haber sufrido heridas graves. Las lesiones pueden desarrollar complicaciones o empeorar con el tiempo.
Un médico te evaluará y comenzarás con el tratamiento adecuado que puede acortar drásticamente tu tiempo de recuperación. Tus ligamentos pueden empeorar y dolerte con el tiempo y las lesiones en la cabeza pueden pasar desapercibidas hasta ser muy tarde.
Nuestra segunda recomendación es que defiendas y protejas tus derechos. O sea, sigue estos dos pasos sencillos:
1. NO aceptes dinero o firmes nada de la aseguradora. Es común que una compañía de seguros ofrezca compensar a las víctimas inmediatamente después de un accidente. Si bien esto parece generoso, en realidad es lo contrario. La aseguradora quiere resolver tu reclamo rápidamente, cuando no se conocen todas las consecuencias o los gastos que tendrás que incurrir, y por el menor monto posible. Si aceptas ese dinero te pedirán que renuncies a tu derecho a recuperar una indemnización mayor aún si tus lesiones resultan ser mucho más graves y costosas de lo que originalmente pensabas tanto tu como el médico. SIEMPRE consulta con un abogado antes de aceptar un cheque del ajustador de seguros o de firmar cualquier papel.
2. CONSULTA con abogados especializados en accidentes tan pronto como puedas. Una llamada a un abogado con experiencia en lesiones personales puede analizar la situación y decirte si tienes un buen caso y si vale la pena contratar un abogado. Un abogado puede calcular cuánto valen tus lesiones. Y un abogado puede negociar con la compañía de seguros y lograr que te compensen en forma justa por lo que realmente valen tus lesiones. Solo por tener un abogado, podrás recuperar una mayor compensación.